MIS QUERIDOS CUADERNOS: VACACIONES EN CALMA... LA CALMA DE LAS VACACIONES.

Llegado este tiempo de calor, de verano y de vacaciones, cada uno de nosotros optamos por buscar destinos diversos según nuestras preferencias, la aventura, el mar, la montaña, el campo, pero muchos de nosotros lo que deseamos o desearíamos es perdernos en un lugar insólito, donde podamos olvidarnos del mundo y que el mundo se olvide de nosotros.

Por eso he pensado en buscar cinco de esos lugares del mundo donde la calma y el silencio es el autentico paisaje que predomina, quizás llevado al extremo.

Si visitáis la red y buscáis lugares de soledad, calma y silencio, acabareis topando con las mismas opiniones sobre los mismos lugares, yo tampoco voy a descubrir nada, por lo que me voy a fiar de la opinión general, estos son mis escogidos.

Isla de Yap. Una isla de las Carolinas en el océano Pacífico occidental, es el más al oeste de los Estados Federados de Micronesia. La “isla” de Yap consiste en cuatro islas continentales muy cercanas, juntas y unidas en un arrecife de coral. El terreno está formado principalmente por colinas ondulantes densamente cubiertas de vegetación. Una barrera externa de arrecifes rodea las islas.

Desierto de Kalahari. («Grand Sed» en lengua tswana) se extiende por Botswana, Namibia y Sudáfrica. El nombre de desierto responde a la realidad, pues en él se encuentran vastas extensiones de arena, sin ningún curso de agua o lago permanente. Cusriosamente llueve a menudo, lo que hace que se desarrolle una vegetación de matorrales. Alberga todavía una pequeña población autóctona, los bosquimanos.

Lago Bunyonyi. ("Lugar de muchos pajaritos") se encuentra en el suroeste de Uganda entre Kisoro y Kabale cerca de la frontera con Ruanda . Situado a 1.962 m. sobre el nivel del mar. La profundidad del lago se rumorea que varían entre 44 m. y 900 m. que de ser cierto sería el segundo lago más profundo de África . Es uno de los pocos lagos de la región que se rumorea que está libre de la esquistosomiasis (enfermedad parasitaria) y seguro para nadar.

Islas flotantes de Uros. Son un grupo de islas en el lago Titicaca. Sus habitantes son los uros, un pueblo ancestral que actualmente se distribuye en la meseta del Collao y que en el Perú sólo habitan en las islas flotantes ubicadas en la bahía de Puno.
En el Perú existen más de 20 islas de la etnia uro chulluni, el número de familias que ocupan una isla es bastante variable, en general oscila entre tres y diez.

Isla Mauricio. un cristal brillante en las aguas turquesas del Océano Índico, fascina el contraste de colores, culturas y sabores. Aquí, hay la oportunidad de disfrutar del lujo sin igual, un nivel de refinamiento que está muy por encima de lo normal.
La isla, con una superficie de 2.040 kilómetros cuadrados, está situado al sur del Ecuador. El inglés es el idioma oficial, aunque el francés y el criollo son de uso común.

Papúa Nueva Guinea. Cuyo nombre oficial es Estado Independiente de Papúa Nueva Guinea, es un país de Oceanía que ocupa la mitad oriental de la isla de Nueva Guinea y una numerosa cantidad de islas situadas alrededor de esta. Está situado al norte de Australia, al oeste de las Islas Salomón y al sudoeste del océano Pacífico, en una región definida desde inicios del siglo XIX como Melanesia. Su capital es Puerto Moresby. Se encuentra dentro de la lista de países megadiversos.

Parque Nacional de Anza. Es un área no incorporada ubicada en el condado de Riverside en el estado estadounidense de California. En el año 2007 tenía una población de 8.000 habitantes. La localidad se encuentra aproximadamente entre las poblaciones de Palm Springs, Los Ángeles, y de San Diego, siendo atravesada por la Ruta Estatal de California 371.
En esta localización el silencio es sepulcral y es que no hay árboles que crujan, hay roca, caminos entre la roca, dan ganas de gritar un 'eco' que reberverará hasta volver a nosotros. Aquí el ruido lo produces tú mismo.

Seguro que hay otros muchos lugares que podríamos sugerir para encontrar el sosiego y la tranquilidad, sea por vacaciones o para que nuestra existencia transcurriera sosegadamente. Aunque nos seguiremos empeñando en vivir y convivir en ciudades enjambres.