Los grandes espacios desérticos de la geografía siempre han ejercido una fuerte atracción, los desiertos, con su elocuente silencio, su geografía inhóspita capaz de cambiar caprichosamente por la influencia del viento, son los últimos lugares de la tierra que aún se apoderan del espíritu del silencio inhóspito pero a la vez cautivador.
Los desiertos siguen siendo, en muchas ocasiones, el influjo que nos empuja a cambiar de fronteras por el simple y maravilloso placer de sentirnos lejos de todo. Dicen que cualquiera que haya caminado durante unas horas en la soledad de la inmensidad de un desierto sentirá que algo intangible le ha capturado y no podrá jamás evitar la necesidad de salir de nuevo al encuentro del silencio, de la nada.
Geográficamente se define como DESIERTO a un área de terreno árido en el que las precipitaciones casi nunca superan los 250 milímetros al año. Los desiertos forman la zona emergida más extensa de la Tierra, su superficie total es de 50 millones de kilómetros cuadrados, aproximadamente un tercio de la superficie terrestre.
Entre ellos se encuentran los desiertos del Sahara (el más extenso del planeta), el del Kalahari, el de Namib y el de Ogaden, en África; los desiertos Arenoso y Victoria -que ocupan la mayor parte de Australia-; los desiertos de Gobi, Kara-Kum, Takla-Makán, de Arabia, Rub-al-Jali, de Siria, de Judea, Sinaí-Neguev, en Asia; y los desiertos de Arizona, Sonora, Mojave, Atacama, Sechura, los Médanos y Paraguaná en América.
Hoy he caminado con mi mirada de la mano de tu entrada por el desierto, y he intentado imaginarme allí, en la inmensidad de la nada, escuchando al silencio, y he quedado algo prendida de la magia del desierto, tiene que ser alucinante, siento que me moriré sin haber estado en un lugar de esos.
ResponderEliminarBella tu entrada, amigo Llorenc, esperaremos la siguiente entrada a ver con qué más nos sorprendes jajaaj.
Un beso.
Maria... Es cuestión de cuando sientas el silencio, cosa que ya se que es muy difícil, mas en una ciudad, cierra los ojos e imagina el susurro de los vientos Aliseos....
EliminarSaludos.....
Te haré caso, Llorenc, a ver si soy capaz, como dices, algo dificil, en una ciudad con tantos ruidos cjajaja.
EliminarUn beso.
Hola Llorenç.
ResponderEliminarAlegría me da que sigas escribiendo.
Un desierto para mi siempre fue y sigue siendo un lugar imaginario... No creo que llegue a estar nunca dentro de un desierto similar a este. Es casi imposible para mi poder llegar, pero si puedo imaginármelo. Es precioso ver imágenes de una suave y fina arena para soñar con los ojos cerrados e inspirarme en nuevos temas.
Buenas noches
Lloreç la verdad es que nunca me he detenido a pensar , es mas sus imágenes me impactan sobre manera pero no, jamás me he imaginado estar alli y tampoco lo he deseado , sin embargo contigo he aprendido algo , su silencio implacable deber ser al mismo tiempo abrumador y a lo mejor crea una magia especial no lo sé ... muy buena entrada , besos desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por los comentarios... Ya sabéis la vida es como un desierto donde es muy difícil encontrar un oasis...
ResponderEliminarSeguro que tiene una magia especial.....
Hola Llorenc: ¡Preciosa entrada! El vídeo con esas bellísimas imágenes y la música que las acompaña ya nos invita a soñar.
ResponderEliminarYo estuve en el desierto de Jordania, en un viaje de ensueño por lugares históricos -bíblicos.
En una excursión que nos llevaron a un poblado del desierto, fue una autentica maravilla. Parecía que se tocasen las estrellas con estirar el brazo.
Fue un sueño vivido que nunca olvidaré.
Te dejo un beso, en vuelo.